Las ondas de choque son una modalidad de tratamiento utilizada en fisioterapia y medicina deportiva para tratar una variedad de condiciones musculoesqueléticas y lesiones relacionadas con el tejido blando.
Las ondas de choque se generan mediante un dispositivo que emite ondas acústicas de alta energía que se aplican directamente sobre la zona afectada del cuerpo.
A continuación, se describen algunas de las aplicaciones y beneficios de las ondas de choque en fisioterapia:
- Tendinopatías: Las ondas de choque se utilizan comúnmente para tratar tendinopatías, como la tendinitis rotuliana (rodilla del saltador), la tendinitis del manguito rotador (hombro) y la fascitis plantar (pie). Ayudan a estimular la regeneración de tejido y a reducir la inflamación.
- Lesiones musculares: Las ondas de choque pueden ser beneficiosas para el tratamiento de lesiones musculares agudas o crónicas, como distensiones musculares o contracturas.
- Dolor crónico: Se han utilizado ondas de choque para aliviar el dolor crónico, como el dolor de espalda crónico y el síndrome de dolor miofascial.
- Espasmos musculares: Pueden ayudar a reducir los espasmos musculares y mejorar la función muscular en casos de contracturas musculares.
- Puntos gatillo: Las ondas de choque pueden ser efectivas para tratar los puntos gatillo miofasciales, que son áreas hiperirritables en los músculos que pueden causar dolor referido.
- Mejora de la circulación sanguínea: Las ondas de choque también pueden aumentar la circulación sanguínea en la zona tratada, lo que puede facilitar la curación y la regeneración de tejidos.
- Recuperación deportiva: Los atletas a menudo utilizan las ondas de choque como parte de su programa de recuperación para acelerar la curación de lesiones y reducir el tiempo de inactividad.
Es importante mencionar que las ondas de choque deben ser administradas por un profesional de la salud capacitado, como un fisioterapeuta o un médico, que tenga experiencia en su uso.
La cantidad de sesiones necesarias y la intensidad de las ondas de choque pueden variar según la afección y la respuesta del paciente al tratamiento.
Además, es posible que se requieran precauciones especiales en ciertos casos, como en pacientes con trastornos de coagulación o infecciones locales.
En general, las ondas de choque pueden ser una opción efectiva y no invasiva para el tratamiento de diversas afecciones musculoesqueléticas y lesiones, pero es importante que se utilicen de manera adecuada y bajo la supervisión de un profesional de la salud.
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