Los calambres musculares suelen aparecer de manera repentina durante la práctica de una actividad deportiva. Sus causas pueden deberse a diferentes factores. Es importante seguir ciertas pautas para evitar su desarrollo y su afectación a la vida cotidiana y las actividades diarias del paciente.
¿QUÉ ES UN CALAMBRE MUSCULAR?
Se conoce como calambre muscular a aquel espasmo muscular repentino, se produce por una contracción de uno o varios músculos de manera involuntaria.
Síntomas de los calambres musculares
Habitualmente, los calambres musculares se producen durante la práctica deportiva o durante la realización de alguna actividad física. Los síntomas más comunes son un dolor aguado y localizado en la zona, que puede aparecer acompañado de sensibilidad o inflamación en la zona.
El paciente también puede experimentar espasmos musculares, es decir, movimientos involuntarios de la parte del cuerpo afectada, que no puede controlar.
Causas de los calambres musculares
La causa exacta de los calambres musculares se desconoce. Sin embargo, existen diversos factores que pueden favorecer su desarrollo. En primer lugar, al acortamiento de los músculos producido por un estiramiento insuficiente de los mismos.
Además, un nivel bajo de azúcar en sangre o la deshidratación del cuerpo pueden propiciar el desarrollo de un calambre muscular, ya que los músculos no cuentan con agua ni sodio suficiente, lo que hace que aumente su sensibilidad y que se produzcan convulsiones involuntarias.
En otras ocasiones, los calambres musculares se deben a una cantidad de minerales insuficiente, especialmente, los electrolitos. Por ello, es especialmente importante, consumir agua de manera frecuente durante la práctica de ejercicio o actividad deportiva, ya que a través del sudor se expulsan una gran cantidad de minerales.
Por último, un sobreentrenamiento o sobreesfuerzo de los músculos puede ser una de las causas por las que aparezca un calambre muscular. Esto se debe a la debilidad y sensibilidad de los mismos tras períodos prolongados de actividad deportiva.
¿Dónde suelen producirse mayoritariamente los calambres musculares?
Habitualmente, como se ha explicado, los calambres musculares son más frecuentes en los músculos empleados durante la actividad deportiva. Por ello, son habituales en las extremidades inferiores del cuerpo, siendo normales los calambres musculares en los isquiotibiales o en los músculos de muslos y gemelos.
TRATAMIENTO PARA LOS CALAMBRES MUSCULARES
Una vez que el paciente acude al traumatólogo o fisioterapeuta manifestando síntomas de calambre muscular, se llevarán a cabo las pruebas diagnósticas necesarias, que permitan conocer el alcance de la lesión. En muchos casos, es suficiente con un examen físico que permita conocer aquellos puntos en los que se experimenta mayor grado de dolor. En otras ocasiones, es necesario que el paciente se someta a una ecografía muscular.
El tratamiento más habitual, en los casos de una gravedad media, pasa por un período de reposo, en el que se recomienda la aplicación alterna de calor y frío en la zona afectada. En aquellos pacientes en los que el grado de dolor sea muy intenso, se podrá pautar un tratamiento antiinflamatorio, que ayude a aliviarlo.
Pasados los primeros días, se empezarán a realizar estiramientos del músculo de manera progresiva, que ayuden a recuperar el músculo afectado. En este tipo de lesiones, uno de los tratamientos más efectivos es la fisioterapia, ya que, a través de terapia manual y ejercicios pautados y supervisados por un fisioterapeuta especializado, permiten recuperar la movilidad y aumentar el rango de movilidad de la articulación.
Estiramientos para calambres musculares
Como se ha explicado con anterioridad, los estiramientos pautados, son uno de los tratamientos y métodos de prevención más efectivos para los calambres musculares. Especialmente, hay que prestar atención a tres grupos de músculos: los gemelos, los isquiotibiales y los cuádriceps.
Para llevar a cabo el estiramiento de cualquier de ellos, es suficiente con mantenerse de pie en una posición estirada y doblar la pierna hacia detrás, sujetando la punta del pie con la mano. Para los gemelos e isquiotibiales, el paciente podrá sentarse en una esterilla, y, estirando las piernas, tirar de las puntas del pie.
PREVENCIÓN DE LOS CALAMBRES MUSCULARES
En algunos casos, como se ha podido ver, los calambres musculares son inevitables. Sin embargo, siguiendo algunas pautas se pueden prevenir de una manera muy efectiva. En primer lugar, es fundamental la hidratación antes, durante y después del ejercicio, que ayude a mantener los músculos hidratados y a recuperar los minerales perdidos a través del sudor.
En segundo lugar, es importante realizar un entrenamiento gradual, que evite sobreesfuerzo, así como, movimientos bruscos o posiciones forzadas para el músculo. Además, debe incluir una rutina de estiramientos antes de comenzar, y estiramientos al finalizar, que ayuden al músculo a recuperar su posición habitual.
Por último, debe emplearse un equipamiento y vestimenta adecuada, así como, utilizar el mismo de manera adecuada.
Como se ha explicado, en muchos casos los calambres musculares o su gravedad se pueden prevenir siguiendo distintas pautas. Además, ante la aparición de síntomas, es recomendable acudir a un especialista que proporcione el tratamiento más adecuado.