¿Qué es una lesión muscular? Definición y clasificaciones.
En este sentido, uno de los principales problemas de la literatura científica es la definición y categorización de cada una de las formas de lesión muscular. Es por ello que, como punto de partida, recomendamos referirnos al “The Munich consensus statement (MCS)” de 2012, donde un grupo de expertos profesionales del deporte (19 respuestas de 30 encuestados-63%), especialmente médicos y clínicos, establecieron una terminología y categorización de las lesiones musculares en base al mecanismo lesional:
Clasificación de los trastornos y lesiones musculares agudas:
- Trastorno / lesión por mecanismo indirecto
- Lesiones funcionales: agudas, no visibles en pruebas de imagen, pero relacionadas con el aumento del tono del músculo.
- Tipo 1: trastorno muscular relacionado con el sobreesfuerzo
- Tipo 1A: trastorno muscular inducido por fatiga
- Tipo 1B: dolor muscular de inicio tardío Delayed Onset Muscle Soreness (DOMS)
- Tipo 2: trastorno muscular neuromuscular
- Tipo 2A: relacionado con la columna vertebral
- Tipo 2B: relacionado con el músculo
- Lesiones estructurales: con solución de continuidad de las fibras de colágeno e imagen positiva en RMN y/o ecografía
- Tipo 3: desgarro muscular parcial
- Tipo 3A: rotura muscular parcial menor
- Tipo 3B: rotura muscular parcial moderada
- Tipo 4: (Sub) rotura total
- Desgarro muscular subtotal o completo
- Avulsión tendinosa
- Tipo 3: desgarro muscular parcial
- Tipo 1: trastorno muscular relacionado con el sobreesfuerzo
- Lesiones funcionales: agudas, no visibles en pruebas de imagen, pero relacionadas con el aumento del tono del músculo.
- Lesión muscular directa
- Contusión: leve, moderada y grave.
- Laceración
Esto ayudará a mejorar la claridad de la comunicación con fines diagnósticos y terapéuticos y puede servir como base para futuros estudios comparativos para abordar la continua falta de información sistemática sobre lesiones musculares en la literatura.
Por suerte, el debate sobre este sistema de clasificación sigue abierto ya que plantea preguntas, problemas y luchas por resolver, lo que debería promover y guiar una gran cantidad de investigaciones que conduzcan a una mejor capacidad de diagnóstico y pronóstico para todos los que cuidamos a atletas con lesiones musculares.
Por ello, Valle et al. 2016 describe un sistema de clasificación para lesiones musculares con fácil aplicación clínica, agrupación adecuada de lesiones con deterioro funcional similar y valor pronóstico potencial. Este sistema de clasificación también basado en el consenso entre la evidencia y la experiencia sobre lesiones musculares, se resume en un sistema de inicialización de cuatro letras M-L-G-R:
- (M) que se refiere al mecanismo de lesión,
- (L) a la ubicación de la lesión,
- (G) a la clasificación de la gravedad,
- (R) al número de “re-lesiones” musculares.
El objetivo de esta clasificación es mejorar la comunicación entre la salud y los profesionales relacionados con el deporte y facilitar la rehabilitación y la toma de decisiones para volver a jugar.
Existen criterios comunes tanto para determinar el principal mecanismo de lesión, que es una contracción excéntrica debida a potentes fuerzas internas que generan este tipo de contracción frente a las concéntricas o isométricas, que suele ir acompañada de chasquido o más conocido como “signo de la pedrada”; como para determinar que los músculos que con mayor frecuencia van a sufrir una lesión muscular son los que presentan una cantidad más elevada de fibras tipo II, con ángulos de penación elevados y biarticulares, como en fútbol son:
- Isquiosurales (37%) – músculo de la velocidad y “sprint”
- Aductores (23%)
- Cuadriceps (19%) – músculo del golpeo y “chut”
- Pantorrilla (13%)
Hay poca información disponible en la literatura internacional sobre definiciones de lesiones musculares y sistemas de clasificación. La distensión muscular presenta uno de los términos más utilizados para describir la lesión muscular atlética, pero este término aún no tiene una definición clara y se utiliza con alta variabilidad. Si bien, por aportar una propuesta de definición tradicional podríamos considerar a la lesión muscular como un daño o alteración en la estructura normal del músculo, tanto en el componente contráctil, como en los componentes conectivos o la unión músculo tendinosa del mismo. Este daño o disfunción puede ser producto de un estiramiento excesivo, la realización de una fuerza intrínseca más allá de la capacidad contráctil del músculo, o una combinación de ambos.
Un aspecto que puede contribuir a una alta tasa de diagnósticos inexactos y lesiones recurrentes es que la terminología de las lesiones musculares aún no se ha definido claramente y sigue existiendo un alto grado de variabilidad entre los términos utilizados con frecuencia para describir la lesión muscular. Si quieres profundizar más, recomendamos ver la Clasificación integral de lesiones musculares: definiciones específicas de tipo y presentaciones clínicas.
¿Cómo diagnosticar una lesión muscular?
La combinación cuidadosa de las modalidades de diagnóstico, que incluyen el historial médico, la inspección, el examen clínico y las imágenes, probablemente conducirá a un diagnóstico preciso, que definitivamente debe basarse principalmente en los hallazgos clínicos y el historial médico, no solo en las imágenes, ya que la tecnología y la sensibilidad para detectar músculo estructural lesión sigue evolucionando. Es por ello que el diagnóstico debe establecerse mediante un examen clínico y funcional preciso.
En relación a la frecuencia y número de casos, por ejemplo en el fútbol profesional, las lesiones en los isquiotibiales, el recto femoral del cuádriceps, los aductores y el sóleo-gastrocnemio representan entre el 80% y el 90% de todas las lesiones musculares. Siendo los principales tipos: tendinosas, musculotendinosas, “intramuscular” y miofasciales. La extremidad inferior es la región más afectada y el tipo mayoritario de lesiones son roturas musculares por mecanismo indirecto parciales o completas.
Todas las lesiones que afectan a un componente muscular y conectivo (matriz extracelular) se llaman mioconectivas. El tejido conectivo tendrá unas características diferentes dependiendo de la zona de lesión y es esencial en la regeneración, debido a su importancia en la transmisión de fuerza. La mayoría de las lesiones musculares se producen en la unión mioconectiva (MCJ), que desempeña un papel tanto mecánico como estructural dentro del órgano muscular. Las lesiones de MCJ pueden ocurrir en dos estructuras histológicas musculares diferentes: la unión musculotendinosa (MTJ) y la unidad miofascial (MFU).
Por tanto, dependiendo del tejido afectado, las lesiones mioconectivas se dividen en:
- Lesión de la unión miotendinosa (MTJ): afecta a la unión entre la musculatura y la aponeurosis o tendón (periférico o intramuscular). La fibra muscular queda separada de su unión con el tejido conectivo tendinoso sin llegar a romperlo. Es la lesión más frecuente y tiene peor pronóstico que las otras.
- Lesión de la unión miofascial (MFU): la lesión se encuentra en la región distal de la aponeurosis o tendón. El anclaje músculo-fascia (epimisio o perimisio) es muy débil por lo que es normal que al romperse el tejido muscular que toca a la fascia esta se deforme. Generalmente buen pronóstico.
Es importante saber que dentro de este grupo de lesiones tendremos diferencias en cuanto a comportamientos clínicos, patrones de imagen y pronósticos. Un ejemplo es que en las lesiones miotendinosas el hematoma (si existe) se queda dentro del músculo, ya que el tejido conjuntivo del tendón es más denso y fuerte siendo capaz de contener el sangrado, mientras que la lesión miofascial al ser la fascia un tejido conjuntivo laxo se deforma y aparece un hematoma más grande que en el anterior caso. Esto no quiere decir que la lesión sea de peor pronóstico.
Además, también se encuentran lesiones aisladas del tendón (periférico o intramuscular) y musculares:
- Tendinosas: se observa una rotura en el tejido conectivo que forma esta estructura. Mal pronóstico.
- Muscular: la rotura se encuentra alejada de la unión miotendinosa y afecta únicamente a la fibra muscular.
Conclusiones
Es fundamental saber que el mejor factor pronóstico y lo que más información nos aporta es la localización exacta de la lesión en el músculo y las estructuras que afecta dentro de este. Para ello es imprescindible disponer de un diagnóstico lo más preciso, seguro y concreto posible.
Es muy importante conocer la arquitectura conectiva dañada ya que cuanto más tejido conectivo esté afectado peor será el pronóstico de la lesión. Si la lesión afecta al tendón proximal en cualquier punto de su trayecto tiene peor pronóstico que aquellas lesiones que afectan únicamente fibras musculares, miofasciales o miotendinosas.
Por el contrario, la gravedad de la lesión no está relacionada con el sangrado o presencia de hematoma. Un ejemplo, es que la lesión muscular sangra mucho más que la lesión tendinosa y sin embargo es de mejor pronóstico. De igual forma, la longitud de la lesión muscular no siempre significa peor pronóstico, ya que una pequeña rotura en el tendón (ya sea periférico o intramuscular) tiene un mayor return to play y un gran porcentaje de riesgo de relesión.
“En menos de tres semanas una lesión muscular no puede estar completamente reparada”.
Debemos tener en cuenta que el mayor factor de riesgo de sufrir una lesión muscular es haberla sufrido anteriormente. Además, existen otros factores predisponentes como pueden ser: fibrosis, atrofia, cicatriz blanda, tamaño de la lesión, return to play precoz y la iatrogenia. Estos factores producen una disminución de la capacidad de absorción de energía que favorecen una fatiga precoz, alteraciones mecánicas y alteraciones neuromusculares que tiene por resultado la recidiva o re-lesión (reinjury).
Cuanta más información, mejor para poder manejar correctamente este proceso de manera individual y dar los estímulos adecuados durante la reparación muscular.
En la próxima publicación explicaremos cómo hacemos una valoración funcional de una lesión muscular… y mucho más.
En Mov Rehabilitación disponemos de un equipo multidisciplinar de profesionales y medios técnicos para conseguir una recuperación completa y funcional de tu lesión, asegurándote una vuelta a tu deporte tras una correcta readaptación deportiva.