¿Tentado a saltarte el calentamiento?
¡Por favor, no lo hagas! El calentamiento es una parte importante en la rutina de entrenamiento.
Sin importar qué tipo de actividad física realices es necesario empezar con ciertos ejercicios para preparar al cuerpo a un mayor esfuerzo.
Aunque hay deportes que requieren mayor flexibilidad que otras, en general, el calentamiento permite que los músculos, tendones y ligamentos se muevan en un rango más amplio.
El estiramiento mejora la flexibilidad, aumenta la capacidad de movimiento en las articulaciones y previene lesiones.
Entendemos calentamiento como la serie de ejercicios antes de cualquier actividad física vigorosa con la finalidad de poner en marcha todos los órganos necesarios para un máximo rendimiento durante el entrenamiento.
En otras palabras, es una movilización suave y progresiva de músculos y articulaciones para después poder realizar esfuerzo con mayor efectividad y sin sufrir lesión.
Incluso sin la práctica de ejercicio, incorporar una rutina de estiramientos en tu vida diaria es conveniente para tu salud y el buen funcionamiento de tu cuerpo.
El calentamiento relaja los músculos y aumenta el flujo sanguíneo junto con los nutrientes en los cartílagos y los músculos.
A continuación te enlistamos algunas razones para no tomar atajos en tu rutina de ejercicio:
Disminuye el riesgo de sufrir lesiones
Al aumentar progresivamente la temperatura corporal reduces potencialmente lesiones musculares porque permite al músculo adaptarse al movimiento y el esfuerzo general del cuerpo.
Además el incremento en el flujo sanguíneo promueve el crecimiento celular y la función en los órganos, en específico al corazón le ayuda a reducir el riesgo de anomalías cardiacas inducidas por el ejercicio.
Aumenta la resistencia del músculo
El calentamiento aumenta la degradación de la oxihemoglobina, este proceso se le conoce como oxigenación del cuerpo.
Los ejercicios previos ayudan a descomponer el complejo químico del oxígeno permitiendo que el nivel del elemento en la sangre aumente y el músculo al recibir mayores cantidades a través de la sangre mejora su rendimiento3.
Reduce el dolor
Entre más largo sea el entrenamiento, requieres más energía lo que provoca una mayor fatiga del cuerpo.
El estiramiento relaja los músculos y tendones, lo cual alivia el desgaste muscular porque aumenta el flujo sanguíneo.
El estiramiento antes y después de un entrenamiento da al músculo un tiempo de recuperación para aliviar el dolor, gracias al aumento del flujo sanguíneo.
Mejora la flexibilidad
Otra ventaja del proceso de oxigenación es que incrementa la elasticidad de los músculos y el tejido conectivo, tendones y ligamentos gracias a la saturación arterial.
El estiramiento dentro del calentamiento disminuye la viscosidad muscular, sí, como el motor de un carro.
Los ejercicios enfocados en mejorar la flexibilidad del músculo pueden mejorar el rendimiento físico en general.