La artrosis se define como un trastorno degenerativo que afecta a las articulaciones sinoviales, configurando una artropatía de carácter progresivo.
Afecta en un mayor porcentaje a mujeres en torno a los 50 años, siendo ésta una de las principales causas de consulta médica.
La artrosis tiene diferentes clasificaciones:
- En función de la localización: coxartrosis (cadera), gonartrosis (rodilla).
- En función de la etiología: idiopática o’secundaria
- En función de su afectación: si afecta a una o más articulaciones.
Uno de los síntomas más importantes a tratar de la artrosis, a parte del dolor, es la limitación del movimiento articular, para evitar así futuras rigideces, que podrán afectar a la calidad de vida del paciente.
Para prevenir esa limitación del movimiento, la articulación debe estar en movimiento relativo, para ello se deben realizar ejercicios suaves sin sobrepasar el punto de dolor y evitar realizar sobreesfuerzos. Esto ayudará también a prevenir los síntomas de la artrosis.
Se debe comenzar trabajando desde la zona más distal de la extremidad (es decir, las manos y los pies) y de ahí, ir ascendiendo hasta llegar a hombros y cadera; por último se trabaja el tronco.
Así, al comenzar a trabajar con articulaciones conocidas y que se ven, es más fácil integrarlas en nuestro cerebro.
Los ejercicios deben realizarse en diferentes posiciones, no sólo sentado o de pie, manteniendo siempre una buena alineación del cuerpo y fortaleciendo la musculatura:
- Decúbito supino o acostado boca arriba (sentir el cuerpo sobre la colchoneta).
- Decúbito lateral o de lado.
- Decúbito prono o boca abajo.
- Cuatro patas (para movilizar el raquis es la mejor postura).
- Sentado en el suelo.
- Bipedestación (de pie)- (es la más complicada pero la mejor para trabajar la postura).
La columna lumbar y el suelo pélvico son zonas donde la toma de conciencia resulta difícil. Para ello es recomendable hacer ejercicios de movilidad, flexibilidad y estabilidad, para así ir ganando conciencia de la posición de nuestro propio cuerpo.
Algunos ejercicios recomendables para pacientes con artrosis, son aquellos que activen el transverso del abdomen, los multífidos y el suelo pélvico.
Es importante que los ejercicios sean supervisados por un profesional que indique su correcta realización para un óptimo trabajo de los mismos.
Además, el modo en el que se realiza el ejercicio y su repetición adecuada nos llevará al perfeccionamiento del mismo y a disfrutar de los logros obtenidos.
En MOV Rehabilitación, contamos con un equipo multidisciplinar de profesionales que tratarán su patología de una forma individualizada.