La columna cervical, zona en la que se produce esta patología, está formada por siete vértebras que se disponen una sobre otra formando la región del cuello y articulándose entre sí como una bisagra para dar el movimiento.
Se trata de una la degeneración articular y posteriormente ósea de la región cervical.
Es una de las zonas más comunes de artrosis en el cuerpo humano, degenerando el cartílago y los huesos y tejidos de la misma. Esta afección reumática afecta sobre todo a mujeres de avanzada edad, mayores de 50 años.
Síntomas de la artrosis cervical
El síntoma más grave que desencadena padecer artrosis cervical es el dolor de cuello, conocido también como cervicalgia.
Además, se presenta rigidez articular, fomentando la degeneración ósea por el roce entre las carillas articulares de las vértebras.
Se origina una contracción de los músculos de alrededor como mecanismo de defensa.
El vértigo es otro síntoma común, por el que los pacientes sufren mareos cervicales, los cuales pueden afectar a la sensación de equilibrio del paciente.
Causas de la artrosis
La causa principal de la artrosis cervical es el desgaste propio de la edad.
Se producen micro traumatismos repetitivos a lo largo de nuestra vida que hacen que el cartílago de las articulaciones que lo recubre y el disco que existe entre las vértebras disminuyan su grosor y pierdan su función de amortiguar el movimiento y absorber impacto sobre ésta región.
Otro motivo es a consecuencia de los factores genéticos y ambientales, siendo muy común la mala higiene postural. Por último, la artrosis cervical también pueden desarrollarse de una manera más clara debido a traumatismos, infecciones o malformaciones.
DIAGNÓSTICO DE LA ARTROSIS CERVICAL
En algunos casos, la artrosis cervical no presenta síntomas, por lo que tiene que confirmarse mediante pruebas de diagnóstico por imagen.
En una radiografía es posible ver este desgaste. Además, la formación de osteofitos (protuberancias óseas en los extremos de las vértebras ocasionados por la erosión de la subcondral del hueso) y la disminución de espacio entre una vértebra y otra provoca que se identifique fácilmente que existe una evolución de la artrosis cervical.
En el caso de sospechar de alguna complicación asociada a la artrosis, se podría pedir otras pruebas como la resonancia magnética, el escáner y la gammagrafía ósea, pero estas serían en casos muy puntuales en los que el especialista observará una evolución avanzada de la lesión.
TRATAMIENTO DE LA ARTROSIS CERVICAL
Para conseguir paliar los síntomas y ralentizar la evolución de desgaste en ésta región, se pueden seguir esta serie de consejos:
- Hacer ejercicios de movilidad activa de la zona cervical y dorsal sin dolor.
- Mantener una flexibilidad óptima de los tejidos adyacentes a ésta región.
- Relajar la musculatura para que disminuya la tensión en la zona y realizar actividades que no requieran sobreesfuerzo.
- La tecarterapia puede ser eficaz en estos casos.
- Uso de tratamientos farmacológicos con función analgésica o antiinflamatoria.
- Aplicar calor en la región cervical un par de veces al día.
- Realizar una serie de ejercicios de estiramientos cuando se finaliza la actividad deportiva.
- Las prácticas de yoga y pilates son muy recomendadas en estos casos, ya que son beneficiosas para mejorar la elasticidad de la zona cervical.
Una vez se ha aplicado un tratamiento de fisioterapia cervical no invasivo, si el paciente no presenta una mejora física, es recomendable optar por una operación quirúrgica.
Existen varios tipos de intervenciones, dependiendo del tipo de artrosis y grado de esta, siendo una de las más comunes la artrodesis cervical, que consiste en la fusión de discos vertebrales
Ejercicios recomendados para la artrosis cervical
Además de acudir a sesiones de fisioterapia y rehabilitación como se ha mencionado anteriormente, los pacientes pueden realizar algunos ejercicios para tratar la cervicoartrosis como son los que se exponen en el vídeo proporcionado (siempre tienen que estar aprobados por un fisioterapeuta).
Ejercicios no recomendados si se padece de artrosis cervical
Existen ciertas pautas que hay que evitar si se sufre este tipo de artrosis, como las siguientes:
- No cargar con gran peso, y sobretodo si esta acción se realiza por encima de los hombros.
- Evitar movimientos bruscos de la columna cervical, como por ejemplo, al realizar la natación al estilo de braza.
- Evitar los movimientos que produzcan tensión en el cuello.
Con información de Rekovery.