Rotura fibrilar de aductores

Los aductores son los músculos encargados de movimientos de aducción, se localizan en la parte interna de los músculos.

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Los abductores son los músculos responsables de algunos de los movimientos de las piernas.

Una de las lesiones más habituales es la rotura fibrilar, es importante detectarla a tiempo para aplicar el tratamiento adecuado que permita al paciente recuperar su actividad habitual.

¿QUÉ SON LOS ADUCTORES Y DÓNDE SE LOCALIZAN?

Los aductores son los músculos encargados de movimientos de aducción, se localizan en la parte interna de los músculos y su principal función es la de cerrar las piernas.

Al tratarse de músculos antagonistas, también son los responsables de la elevación lateral de la pierna.  

Los aductores tienen gran importancia en el cuerpo humano e influyen en movimientos y actividades de la vida cotidiana, además de intervenir en la estabilidad y favorecer la estabilidad y la potencia. 

Dentro de los mismos, se pueden diferenciar tres tipos de aductores: en primer lugar, el aductor mayor, que transcurre desde el borde externo de la rama isquiopubiana insertándose a lo largo de la parte medial del fémur.

En segundo lugar, el aductor corto, que se sitúa delante del aductor mayor y se prolonga desde el pubis hasta el borde interno del fémur.

Y, por último, el aductor largo, localizado delante del aductor corto, entre el pubis y el borde interno del fémur.  

¿QUÉ ES UNA ROTURA FIBRILAR DE ADUCTORES? 

Una de las lesiones más comunes de los aductores es la rotura fibrilar o rotura de fibras, que se produce por un desgarro de los tejidos de los músculos aductores, normalmente provocado por un sobre estiramiento de los mismos.

Éste puede producir roturas en fibras nerviosas o vasos sanguíneos, provocando dolor agudo. 

Causas de la rotura fibrilar de aductores 

Este tipo de lesiones son, especialmente, comunes en deportistas y, como se ha explicado, las roturas fibrilares suelen estar relacionadas con un estiramiento excesivo de los músculos, así como con sobrecargas o tensión excesiva sobre los mismos. 

En otros casos, las causas de la rotura fibrilar pueden estar relacionadas con traumatismos o movimientos bruscos que supongan posiciones forzadas para los aductores.

Así como un sobre entrenamiento.

Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una rotura fibrilar, por ejemplo, la mala circulación sanguínea, el sedentarismo o la malnutrición, entre otros. Así como, enfermedades metabólicas como la diabetes. 

Tipos de rotura fibrilar de aductores 

En función de las características que presente la rotura fibrilar del paciente, se diferencian distintos grados o tipos de roturas fibrilar de aductor. 

En primer lugar, la lesión de grado

1. Se trata de una lesión leve cuya recuperación no supera las dos semanas.

En el caso de la rotura fibrilar de grado 2, pueden aparecer hematomas y el tiempo de recuperación es un poco más largo, pudiendo alcanzar las tres semanas de duración. 

Por último, la lesión de grado 3 es la más grave, ya que existe un desgarro completo de las fibras del músculo. 

En algunos casos requieren una intervención quirúrgica y la recuperación puede alargarse hasta ocho semanas.  

SÍNTOMAS DE LA ROTURA FIBRILAR DE ADUCTORES 

Los síntomas de la rotura fibrilar de aductores varían en función de cada paciente.

Sin embargo, el paciente suele manifestar dolor agudo, que puede irradiarse a otras zonas de la pierna, así como, dolor al contraer o relajar el músculo. 

En algunos casos, el paciente puede presentar inflamación en la zona o hematomas.

Es habitual que presente inmovilidad o rigidez en la pierna afectada por la rotura de fibras. 

Diagnóstico de la rotura fibrilar de aductores 

Una vez que el paciente acude al especialista manifestando alguno de los síntomas mencionados anteriormente, en primer lugar, se llevará a cabo una palpación física que permita conocer los puntos en los que el paciente manifiesta mayor grado de dolor. 

En muchos casos, es necesario realizar pruebas de imagen complementarias, que información más completa sobre la localización y el alcance de la rotura fibrilar. 

Por ejemplo, radiografías, ecografías o resonancias magnéticas. 

Tratamiento de la rotura fibrilar de aductores 

En función de las características que presente la lesión del paciente, el tratamiento pautado podrá variar.

No obstante, en primer lugar, se recomendará reposo y aplicación de hielo con el objetivo de aliviar el dolor del paciente. En estos casos, puede ser prescrito un tratamiento a base de antiinflamatorios.  

En las roturas fibrilares de aductor, puede ofrecer muy buenos resultados la aplicación de un vendaje compresivo, que ayude a contener la zona.

En los casos más severos, en los que la lesión afecte a la calidad de vida del paciente, existe la posibilidad de que el paciente pueda someterse a una cirugía. 

Fisioterapia para la rotura fibrilar de aductores 

Uno de los tratamientos que mejores resultados aporta en casos de rotura fibrilar de aductores es la fisioterapia, siempre llevada a cabo por un fisioterapeuta especializado.

En primer lugar, se llevará a cabo una valoración de la lesión del paciente y se llevarán a cabo diferentes técnicas para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura. 

Una vez la lesión haya progresado de forma adecuada, se pautarán diferentes ejercicios rehabilitadores, con los que el paciente podrá recuperar la movilidad completa y recuperar de forma progresiva su actividad habitual. 

PREVENIR LA ROTURA FIBRILAR DE ADUCTORES 

En muchos casos esta lesión es inevitable, sin embargo, existen ciertas pautas que pueden ayudar a prevenir la aparición de la rotura fibrilar de aductores.

En primer lugar, adquiere especial importancia el estiramiento antes y después de la actividad deportiva. Además, es recomendable no sobre entrenar los músculos, con el objetivo de evitar la fatiga muscular. 

Por último, se recomienda utilizar calzado de buena calidad durante el ejercicio y evitar superficies duras o irregulares, así como deportes que supongan impacto excesivo. 

Como se ha visto, es importante tener en cuenta ciertas pautas para evitar, en la medida de lo posible, roturas de fibras de aductores.

Ante la aparición de dolor o inmovilidad, se debe acudir a un especialista con el objetivo de evitar la cronificación de la lesión.  

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